En la náutica recreativa o deportiva lo normal es que un barco esté más del 70% del tiempo atracado y un 20% del tiempo fondeado. De ahí la necesidad de tener los cabos de amarre en perfecto estado y de contar con el ancla adecuada para cada tipo de barco.
De qué depende el tipo de ancla
El ancla de una embarcación de recreo depende básicamente de dos aspectos que el patrón debe tener en cuenta a la hora de comprar el equipo de fondeo:
- Desplazamiento del buque: a mayor peso de la embarcación, más obra viva y mayor interacción con las corrientes y mareas, por lo que el ancla debe soportar mayores esfuerzos para no garrear.
- Elección del tenedero: si la zona habitual de fondeo es lecho de arena fina, fango, lajas, rocas… es importante conocerlo para elegir el tipo de ancla, puesto que los diferentes modelos agarran mejor en un fondo u otro.
Con estas dos ideas se pueden escoger entre varios tipos de ancla.
Tipos de ancla para embarcaciones de recreo
- Rezón: un ancla carente de mapa constituida por una caña y varias uñas finas a semejanza de un anzuelo de potera. Está indicada para embarcaciones de pequeño porte y fondos duros, como lajas o rocas.
- Arado: un ancla con la forma del utensilio de labranza con un excepcional agarre en fondos de arena fina y fango. Está indicada para barcos de porte medio, no más dos toneladas. No obstante, tiene un inconveniente: puede garrear en los cambios de marea, especialmente en canales.
- Danforth: un ancla clásica en las proas de embarcaciones de recreo con grandes uñas que clava con fuerza soportando el tiro de embarcaciones de porte.