En verano, son muy comunes las picaduras de medusa, especialmente en las playas de aguas más cálidas. Estos animales, al verse atacados por algún peligro, sueltan un veneno a través de sus tentáculos que cuando entra en contacto con nuestra piel genera una reacción urticante.. La sensación de dolor es muy parecida a la de una quemadura, aparece una erupción cutánea en la zona afectada que provoca picor y escozor, aunque la reacción puede variar en función de la persona.
Lo primero que debéis hacer en caso de sufrir una picadura de medusa es salir del agua.
Ante una picadura de medusa, es fundamental no rascarse ni fregarse la zona afectada con toallas u otras piezas de ropa.
Deberás retirar de la piel los restos de tentáculo de la medusa.
Cuando te pica una medusa es muy importante lavar la herida en la misma agua salada. No utilizar nunca agua dulce, ya que activa las células y aumenta la cantidad de toxina inyectada.
A continuación, llena una bolsa de plástico con hielo y aplícala cuanto antes mejor, durante unos cinco minutos, sobre la zona de la picadura. Nunca deberéis poner el hielo directamente sobre la piel porque podría quemaros.
Si el escozor no se detiene, podemos aplicar frío de nuevo sobre la picadura de medusa, durante cinco minutos más.
Tomar estas medidas cuanto antes mejor. Si las molestias continúan o generan temblores, náuseas, mareos o un dolor intenso, será necesario acudir a un centro sanitario.